Mira palante... mira palante...
Un conductor nunca debe distraerse. Los ojos deben permanecer en la carretera. No hay excusas: hay vidas en juego. Esto cobra aún más importáncia en los pilotos de carreras profesionales. Los nervios a flor de piel, la adrenalina manando a borbotones... un sólo error lo puede mandar todo al garete. Aunque sí, seguro que después de ver el vídeo todos sabremos perdonar a este pobre piloto... ¡que somos persona!